Mariví, se llamaba Mariví. La profesora de Ciencias Naturales era estirada y perfecta. Tenía un precioso pelo negro muy corto y unos ojos muy grandes y muy azules. Yo le tenía pánico y entre otras cosas, la veía muy mayor.
Entraba en el aula con su bata blanca y todas nos poníamos firmes y en pie, ¡madre mía!
Entonces no existía "Conocimiento del Medio", ni "Sciences", eran simplemente "Ciencias Naturales", y mira que es un crédito bonito…
Un día Mariví bajó la guardia y se humanizó. Esa semana estábamos dando los "Sentidos Corporales" y el viernes a última hora nos habló del sexto sentido, el sentido de la Vida.
Nosotras perplejas no entendimos nada de nada y nos fuimos de finde pensando que aquella profe se había puesto metafísica. Mariví tenía entonces 29 años…
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